Estafa como delito penal: Todo lo que tienes que saber para evitar ser víctima.

  Los ciudadanos involucrados en el mercadeo e incluso los que solo se preocupan por adquirir sus productos o algún nuevo servicio por ocio o necesidad en muchos aspectos se encuentran expuestos a posibles estafas, esto es gracias al gran crecimiento de negocios y nuevos emprendedores que pueden estafar a nivel físico o en caso de medios electrónicos algo más elaborado en la que puedan extraer información personal mediante el hackeo hasta los datos financieros.

  La estafa como delito penal cuenta con gran importancia dentro de cualquier ley, además cuentan con condenas establecidas según el grado de estafa que se haya cometido. Para este caso y a continuación estaremos conociendo de qué trata una estafa, como puede ser aplicada según el tipo y otros puntos importantes que a nivel legal es bueno conocer.

¿En qué consiste una estafa?

  Una estafa es sinónimo de hurto, pero no es considerado como tal ya que ambos términos se encuentran definidos según la ley de formas distintas. En contexto, una estafa es considerada como la apropiación contra la voluntad y por medio del engaño de patrimonios, activos e incluso datos informativos de los ciudadanos y esta puede ser llevada a cabo mediante diversas formas y plataformas.

  La estafa aplica lo que se conoce como ingeniería social, aquella que de la mano de métodos psicológicos puede envolver dentro de un escenario a cualquier ciudadano con el objetivo de obtener lo deseado (información, datos personales, datos financieros, etc.).

  El delito de estafa es considerado como uno de nivel menor en comparación con los de homicidio, abusos sexuales y otros, sin embargo de acuerdo el nivel de estafa y el alcance que este pueda llegar a tener puede considerarse un delito grave y con una pena de prisión bastante alta. Como bien se sabe, este tipo de delito parte desde un engaño aquel que puede de una manera rápida convencer a los usuarios de tal situación con el objetivo de poseer recursos monetarios en la mayoría de los casos o recolectar datos para posteriormente ser comercializado.

Tipos de estafas más conocidas:

  Las estafas no solo pueden definirse como aquel que hurta algún tipo de activo o recurso físico sino también aquel que mediante alguna plataforma electrónica puede acceder a datos personales de los usuarios y hasta cuentas bancarias utilizando la metodología de usurpación de identidad. Dentro de los tipos más comunes de estafas se encuentran:

 Estafas relacionadas al COVID-19:

Esta situación que ha sido tema de conversación para la mayoría de los integrantes de una sociedad ya que ha causado un gran y radical cambio a la vida que conocíamos antes de su aparición puede ser aprovechada por estafadores de los que su único objetivo es el obtener información personal valiosa como los datos personales, número de seguro social y hasta cuentas o depósitos bancarios fraudulentos.

Utilizando este contexto, pueden ser aplicadas muchos de los segmentos en la que se divide la estafa como la pesca de información, pesca mediante SMS e incluso por llamadas telefónicas. Estos delincuentes se hacen pasar por agentes de salud y solicitan la información personal de los ciudadanos con el objetivo de agendar una posible vacunación, en estos casos han llegado hasta solicitar transferencias bancarias y donde lamentablemente muchos usuarios por desconocimiento han sido víctimas.

 Estafas telefónicas:

Estas son las consideradas más comunes y las que cuentan con un alto porcentaje de presencia dentro de la sociedad. Este tipo de estafa se basa en llamadas telefónicas, mensajes de texto e incluso llamadas pregrabadas, donde delincuentes se hacen pasar por compañías ofreciendo algún tipo de servicio o promocionando algún concurso.

En estos casos, estos solicitan a la víctima información personal para llenar un formulario de participación y dentro de este en muchas oportunidades solicitan información bancaria ya que por lo general este tipo de concurso o sorteo son con fines de dinero, un blanco fácil para acceder a información bancaria de cualquier víctima. Este tipo de estafa es conocido como phishing, smishing y hasta vishing que en términos cibernéticos se traducen como pesca de datos, pesca de datos mediante SMS y pesca de datos mediante llamadas telefónicas.

 Estafas mediante robo de identidad:

Los estafadores pueden usurpar la identidad de grandes organizaciones y hasta entidades públicas con el único objetivo de filtrar información que para los ciudadanos debe ser confidencial. Dentro de este tipo de estafa, los criminales se hacen pasar por empresas, grandes cadenas de supermercados o tiendas electrónicas, entidades bancarias y otros.

Estafas consideradas delito penal:

  Según el Código Penal, el delito de estafa se encuentra establecido como un crimen de bajo nivel, específicamente en el Titulo XIII, capítulo VI, sección 1 con el artículo denominado 284.1.

  Este artículo establece que “cometen estafas los que, con ánimos de lucro utilizan el engaño en gran nivel para producir error en otros, induciéndolo a la realización de un acto de disposición en prejuicio propio o ajeno”. Además es considerado un sujeto involucrado en términos de estafas los que:

 Mediante el engaño y con fines de lucro propio utilicen el engaño y publicidades fraudulentas mediante los recursos tecnológicos y semejantes. Por la cual se obtenga alguna transferencia no consentida y la extracción o clonación de datos personales de la víctima.
 Aquellos sujetos capaces de llevar a cabo la construcción, monitoreo y distribución de softwares maliciosos con el objetivo de extraer información financiera o personal de las víctimas.
 Aquellos delincuentes que mediante la usurpación de identidad directa hagan uso de tarjetas o cuentas bancarias de las victimas sin su consentimiento con el objetivo de lucrarse mediante este.

Penalidades aplicadas al delito de estafa:

  Dependiendo del nivel y alcance que la estafa haya tenido se puede clasificar de distintas maneras. Siendo el nivel inicial del delito de estafa nivel bajo, con una orden de captura el estafador puede obtener como sentencia un lapso de tiempo establecido entre 6 meses a 3 años de prisión.

  Este puede variar según el tipo de estafa, siendo los más graves capaces de sentenciar de hasta más de 3 años de prisión. Al ser detenido, para la imposición del tiempo de prisión del estafador es tomado en cuenta características como la relación entre este y la víctima, la cantidad estafada, lo que ha representado en pérdidas la ejecución de esta estafa para la víctima y cualquier otra circunstancia que pueda aportar mayor valor a la pena cometida por el sujeto.

  También existen penas menores para los sujetos capaces de estafar ciudadanos hasta un monto de 400 euros. Para estos, la penalidad establecida se encuentra variando entre 1 y 3 meses de prisión.

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